RINCON PARA ORAR:
APRENDE A ORAR
En esta sección incorporamos diversos instrumentos como propuestas para la oración personal o comunitaria que nos lleve a la reflexión tranquila y reposada.
- Te sugerimos que invoques la presencia del Espíritu, para que te ayude a orar, a escuchar al Señor, a estar disponible a su acción en ti.
- Cuando sea un texto, lee en voz alta el texto intenando disfrutar las pautas que te pueden guiar en tu caminar diario.
- Cuando sea una imágen, de forma simultánea, escucha la música y contémplala desde su belleza.
- Cuando sea una canción, antes de escucharla, lee el texto de la canción en actitud orante, y, a continuación, escucha la canción.
"¿MUJER, POR QUÉ BUSCAS ENTRE LOS MUERTOS A QUIEN VIVE?"
¡CRISTO VIVE!
- Algunas pistas para la reflexión:
Jesús resucitado goza de una nueva identidad, vive con la plenitud de Dios, como principio de vida a través de su Espíritu y fuente de vida eterna para todos cuantos creen en él
Creer en la resurrección fue para los discípulos un don, un regalo, de Dios y sigue siendo un regalo de Dios para cada uno de nosotros. Para el que no tiene fe es algo sin sentido.
1. ¿Por qué era necesario que Cristo padeciera
para entrar en su gloria?
2. ¿Qué relación encontramos entre cruz y
resurrección?
3. ¿La resurrección es sólo para la otra vida o
también hay resurrección en esta vida? ¿Cómo?
4. ¿Por qué decimos que Jesús resucita hoy cuando
nosotros nos liberamos de alguna esclavitud?
5. ¿En qué sentido podemos ser nosotros testigos
de la resurrección de Cristo?
6. ¿Hemos pensado alguna vez que ya en esta vida
comenzamos a resucitar con Cristo? ¿Qué pesábamos de la resurrección?
7. ¿Qué señales encontramos de la presencia entre
nosotros de Cristo resucitado?
8. ¿En qué cosas hemos triunfado en nuestra
comunidad?
en su compromiso.
9. ¿Somos conscientes de la fuerza y de la
importancia que tenemos cuando estamos unidos? ¿Vemos a Jesús presente en
nuestra unión?
10. ¿Cuáles son las esperanzas?
La Resurrección representa el triunfo externo y definitivo de Nuestro Señor Jesucristo, la derrota completa de sus adversarios y el argumento máximo de nuestra Fe. San Pablo afirma que si Cristo no hubiese resucitado, nuestra Fe sería vana. Es en el hecho sobrenatural de la Resurrección que se funda todo el edificio de nuestras creencias.
La resurrección de Jesús, además, hace posible nuestro encuentro con él, “hoy”. Es necesario volver a unas celebraciones de la eucaristías en las que nos sintamos comunidad cristiana, un grupo de iguales, reunidos en nombre de Jesús, en el que nadie es más importante y todos nos sentimos realmente importantes, sin que haya nadie que arrebata al Espíritu el papel de maestro, y concienticemos que aquel hombre cuya vida nos encandila, el Jesús histórico, está presente en el encuentro, dispuesto a dinamizar en cada uno de nosotros esa fuerza transformadora, que caracterizó a las primitivas comunidades cristianas.
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